Frases

martes, 10 de enero de 2017

Las curiosas historias cotidianas - El ojo del arte.

Esta historia, es de esas historias que surgen de una idea, está historia la iré escribiendo según me inspire, este puede ser el primer y último capitulo, la idea es improvisar un poco, usar las ideas que a veces me vienen a la mente y plasmarlas, espero que le guste.

— ¡Abre los ojos! ¡Despierta! —se oyó una voz, era extraña, no sabría decir si era de un tono grave o de un tono agudo, parecía dulce .
— Ellos no suelen despertar tan seguidamente, Nekry —era una segunda voz que hablaba con la primera demasiado aguda para mi gusto.
— ¿Qué sabrás tú?, no sueles amistarte con ellos —respondio la primera voz.
— Ellos son raros, se pasaron demasiado tiempo creyendo que su mundo era como ellos lo pintaban, el arte lo veían como lo ven ellos, no sabían que podían estar creando cosas detestables para otra raza.
— No lo sabían, habían estudiado que otros seres tenían los ojos diferentes a los suyos. Hace tiempo que se aprobó que cada uno tenia su forma de crear arte, si para los Sour le era detestable que no entrarán en su zona. —le noté encogerse de hombros, pero fingí seguir durmiendo, no debía de abrirlos por nada del mundo.
— ¡Tonterias! —golpeó algo que fue rebotando por el suelo—, aceptamos de mala gana que mi raza fueran los Sours, y la tuya los Nek, pero no nos gusta, siempre creyendo que eran superiores a los demás, eso los llevó casi a su extinción.
— Y aunque se salvaron quedan pocos, Sourze —su voz parecía triste—. No me gusta hablar del pasado.
— Creo que ya le hemos dado suficiente información ¿tu también lo has notado no? —la segunda voz se quedo en silencio y después volvió a hablar—. Él está despierto, ya no huele a sueño.

Entonces abrí los ojos, lo que vi me dejo sin aliento, ande hacia atrás con las palmas de mis manos hasta encontrar una pared y tras eso me tapé la boca para no decir nada como un grito por si ellos me iban a comer o algo peor.

La sala no estaba tan oscura como pensé en un principio, parte del techo se había caído y en el cuadrado que la componía, faltaba una de las esquinas, al parecer era de día, intentaba pensar en esas cosas antes de describir el aspecto de Nekry y Sourze.
Parpadeé varias veces para creer que no estaba viendo lo que estaba viendo, los dos individuos que estaban delante mía no eran humanos, aunque tenían forma parecida a la humana.
Sourze era como una rata gigante, salvo que su nariz era normal solo que de su color (que por cierto era dorado), sus ojos eran cuadrados, (no cuadrados dentro de los cuencos que forma una calavera, literalmente cuadrados) con dentro un remolino de color verde que funcionaba como una pupila, vestía una larga capa raída de color marrón que le cubría casi todo el cuerpo, sus orejas eran más largas que las del ser humano y echadas hacia atrás. Como dije antes era dorado, pelo lo envolvía a su alrededor de ese color, pero en diferentes tonalidades. Era alto para una persona normal de la Tierra, digamos que poco más de 2 metros.
Nekry era azul oscuro, sus extremidades eran largas a lo que se alcanzaba a ver, ya que las tenia tras la túnica. Vestía también con una ropa similar al ratón, su nariz de gato era redonda y pequeña, sus ojos tenían forma de pequeño globo (vamos como los nuestros en tamaño. La parte blanca era negra), su iris naranja tenia forma de estrella de 4 puntas como los shuriken pero más pequeña y sin agujero.
Tenia el cuerpo cubierto de pelo, aunque por encima en la cabeza le crecía en abundancia y su forma recordaba al cabello de una persona rizada. Las orejas puntiagudas estaban encima de su cabeza y se movían orientandose por el ruido.
Solo estábamos los 3 en la habitación, pero se oían ruidos, gotas de agua que reptaban por el tejado y que formaban cayendo al suelo un pequeño charco, algo de viento o un sonido parecido y algo que cualquiera definiria como pajaros cantando, aunque como ya de por si esos seres no eran normales quizá los sentidos me traicionaban.

— Parece que no habla —dijo Nekry.
— O esta asustado —comentó Sourze—, ya has visto como ha huido de nuestra apariencia, si él se viera con mis ojos se asustaría también de si mismo, es una cuestión de pespectiva.
— Con tus ojos... —dije intentando formular una pregunta, pero sin conseguirlo.
Sourze se acercó a mi y me miro con sus ojos cuadrados.
— Lo has estudiado alguna vez ¿verdad? —dijo mientras sonreía enseñando una hilera de colmillos puntiagudos, como los que se suelen ver a los malos de los dibujos—, los seres humanos como tu, también llamados Aff tienen unos ojos que detectan los colores de una forma, los perros de antaño podían ver el mundo en blanco y negro, o más bien en diferentes tonalidades de esos colores, pero el color varía, tu no ves el mundo como lo ven tus semejantes Aff, pero mi mundo se ve diferente. Imagino que también habrás oído hablar de algunas mariposas que ven el mundo con más colores que un Affuman.
— ¿Affuman? —pregunté sin dejar de mirar sus ojos hipnóticos que giran sobre si mismos.
Entonces Nekry intervinó.
— Yo soy un Nekuman, mitad gato, mitad humano —dijo y señalo a su compañero—, él es un Soursuman, mitad ratón, mitad humano. Tu eres un Affuman, mitad mono, mitad humano. Así que tu nombre tiene que empezar por Aff...
— No, me llamo Lian —intervine y me miré por si tenia alguna parte de mono, ya había oído de la evolución en el pasado, de que el humano era la evolución del simio, pero se supone que antes de ese animal habíamos sido otros animales, todos salidos del agua. Así que imaginé que en ese mundo que ahora estaba directamente para no complicarse nos habían llamado así. Todo bien, mi cuerpo de una altura normal, piel con algo de pelo en el cuerpo e incluso mi pelo cobrizo estaba allí, mi edad... no creo que fuera algo imporante—. ¿De donde viene lo de Aff?
Sourze se llevó una mano de uñas largas a la cara y suspiro mientras por lo bajo dijo algo que podía sonar como un gruñido con su chirriante voz de ratón, se giro hacia la puerta solo para no verme y movió su cola rosada alargada de ratón.
— Calmarte Sour, parece que este Aff no sabe nada —dijo Nekry—, ponte cómodo, va para largo.
Me quede igual, acostado seguro que me daba sueño aunque me acabase de despertar.

—Lo primero, calmate, estamos en tu mismo planeta —soltó Nekry tranquilo y sentó en el suelo para estar a mi altura—. Si está es la Tierra, pero no como antes se conocía, hace décadas debido a la contaminación, las guerras entre vosotros y otros factores, el planeta llegó a un estado critico, colonias de todos los planetas vimos la catástrofe que eso significaba. Aunque vosotros erais unos ignorantes, una vez que la Tierra muriese, nosotros moriríamos.
>> Es algo que cualquier humano podría pensar o que se le pasé alguna vez por la cabeza y apuesto mi cola a que los científicos de esa época decían lo contaría, pero el agua de vuestro planeta reflejaba la luz del sol al nuestro. Somos los que antiguamente se conocía como aliens, eso claro antes de llegar aquí. Cuando llegamos conseguimos dejar las cosas en su sitio, vuestro mundo se había quedado casi en nada, entre riqueza, recursos y armas más poderosas que poseían los diferentes países del mundo, os matasteis casi por completo... tras un tiempo buscando a los supervivientes, dimos con una población no tan escasa como creíamos al principio, pero pequeña para lo que había sido vuestro planeta. Por orden del universo y esto te puede doler, salvaron solo a ese grupo de gente, los demás murieron de diferentes formas...
— ¿¡Quieres decir que los matasteis!? —interviné con rabia, pero a la vez me daba cuenta que no tenían elección, íbamos a morir de todas formas, pero aun así eso no me gustaba, soy de los que busco otras opciones.
— Si... nuestra colonia amplifico durante un tiempo el calor de la Tierra mediante tecnología para matar a los Affuman sin afectar a la atmósfera —Nekry tenia cara de tristeza—, no fue justo para los otros seres vivos, algunos perecieron, pero sobrevivieron los Affuman que habíamos rescatado.
>> Pasados unos años desde eso, nos pusimos un nombre para disculparnos de los humanos que habíamos matado, un nombre en un idioma diferente de la Tierra en su tiempo, por ejemplo mi nombre viene del país del sol naciente, conocido como Nippon. Tiempo después los humanos escogieron el nombre de Affuman porque no lo veían justo, en el fondo, les habíamos salvado.
Así que distribuimos cada especie en una zona del planeta y ahora vivimos también en el planeta, una nueva Tierra, aunque  todavía hay lugares como este donde en ocasiones encontramos a gente y si mi séptimo sentido no me falla no eres ni de este tiempo, así que por favor dime quien eres, cuentame tu historia.
— Yo... no entiendo nada —dije confuso e intentando desviar la mirada del hombre rata que se había girado y ahora me miraba—. Aliens, nuevas colonias, muertes... es demasiado para asimilarlo de golpe y a la vez es como si ya lo supiera, no exactamente esto sino lo que iba a pasar. Cuando yo nací la contaminación ya era un tema de hablar, pero pensé "¡que mas da!" y seguí haciendo mi vida cotidiana o eso creo, estoy realmente en blanco, no se si conoces la expresión.
— Si, tranquilo, —dijo tras coger mi mano y ayudarme a levantarme—, ahora ya estas dentro de este grupo, seguimos teniendo algún que otro follón, pero se está bien. Mi amigo y yo como ya te hemos dicho buscamos a gente ¿nos acompañarás?, todavía hay muchos sitios sin explorar, somos unos solitarios.
— ¿Porque tanta confianza conmigo? —pregunté confuso—. Mi especie acabo casi con vuestro mundo.
— Eso sucedió hace años —esta vez habló la rata mientras me daba la mano como para cerrar un trato, antes describí que tenia uñas, pero no afiladas, ni tampoco tan largas como las que exageradamente se muestra a los malos de películas de los que pueden usar sus uñas como palillos a la hora de comer—, no podemos juzgarlos por acontecimientos del pasado, no es tu culpa lo que hicieron ellos, eres un Aff nuevo.
— En cambio si podéis juzgar el arte dije riendo y agarrando su mano para cerrar el trato—. Os acompañaré ya que no tengo nada más que hacer.
— Genial —soltó mi mano y me acompaño a la parte del exterior—. Puedo juzgar vuestro arte, porque no tenéis el ojo del arte.

Entre risas se hizo el silencio al pasar el umbral de aquella habitación y las risas se fueron alejando por un largo pasillo. En otro relato se verá lo que sucederá... hasta entonces, mira un cuadro mientras tanto.. aunque será mejor que mires uno hecho por Sourze...   


2 comentarios:

  1. Ha estado bastante bien. Parece que podrías crear un mundo original e interesante, así como una historia divertida.
    Como contras destacaría, que el título no me acaba de cuadrar con el capi, y que debería ir más lento, en el sentido de detenerse más en los sentimientos del prota, expandir un poco más la historia de fondo y contarla de forma menos apresurada, esas cosas.
    Pero me ha gustao en general :3

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    1. La gracia de que le nombre del capitulo sea "en el ojo del arte" es para dar más antención en la idea de pensar como ven los seres de esta historia el mundo, dejando claro la recepción de los colores, el título le da fuerza a que hablen de él.
      En cuanto a la historia, en general fue una improvisación a raiz de una idea, la cual todavia no está desarrollada por completo y que por lo visto me va a dar para más mini historias que como he dicho en redes sociales, podrán suceder posteriormente a está hisotira o antes de que Lian fuese rescatado.
      Por lo demás gracias por tu comentario, cualquier comentario sea bueno o malo es bienvenido a este blog.

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